DOLOROSOS:
Madre llena de dolor, haced que cuando expiremos;
que nuestras Almas entreguemos con tus manos al Señor.
GOZOSOS:
Por tu limpia concepción ¡oh soberana Princesa!
Una muy grande pureza te pido de corazón,
y que mi Alma no se pierda sin confesión.
GLORIOSOS:
Emperatriz poderosa de los mortales consuelo;
Ábrenos Señora el Cielo, con una muerte dichosa.
LUMINOSOS:
María madre de gracia y madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte ampáranos ¡oh, gran Señora!