17 de Mayo del 2020
Jesús preparó a los apóstoles para el momento en que ya no estaría con ellos físicamente, y sabiendo que en el futuro, se enfrentarían a dificultades, pruebas y persecución, les prometió un Abogado, el Espíritu Santo.
A través del bautismo, el mismo Espíritu Santo mora nosotros, siempre con nosotros, para guiarnos en la verdad del amor de Dios y nos fortalece para que conozcamos a Cristo y vivamos como su pueblo.
Ahora, como en cada época, Dios sabe que no siempre es fácil de vivir como cristiano.
Con la seguridad de la presencia del Espíritu Santo, encontramos la gracia de amar a Jesús y para guardar los mandamientos del Señor.
Fortalecidos para vivir como el propio Cristo
Podríamos mirar el mundo que nos rodea y concluir que estamos viviendo el momento más desafiante de la historia como personas de fe.
Sin embargo, nosotros al analizar la historia sabemos que esto no es exactamente así.
A través de los tiempos, las personas de fe se han enfrentado a la burla, al desprecio, la persecución, e incluso a la misma muerte, como resultado de su compromiso con Cristo.
Aún así, es importante que reconozcamos hoy en día, el desafío de estar viviendo como un cristiano, cuando la fe es vista con ambivalencia en el mejor de los casos, y a menudo con antagonismo.
Otros ven los fracasos de la Iglesia o a sus líderes y, como resultado de la pérdida de fe.
Confiemos en la poderosa presencia del Espíritu Santo cuando se burlan de nosotros o simplemente hay malentendidos por profesar nuestra fe en Cristo nuestro Señor.
A través del Espíritu Santo, encontraremos la gracia de vivir por convicción como un pueblo cristiano.
La razón de nuestra esperanza
San Pedro nos advierte, «Siempre estén listos para dar una explicación a cualquiera que les pida una razón de su esperanza».
Uno de los mayores regalos de la fe en nuestra vida, es nuestra esperanza en Cristo Jesús.
A través de Cristo, mantenemos nuestros ojos en una visión más amplia de la vida aquí en la tierra y en la vida eterna con Dios.
Sabemos que las pruebas y desafíos de hoy no tienen la última palabra, y no tienen poder sobre nosotros.
Con la presencia del Abogado divino, tenemos la ayuda que necesitamos para vivir como Dios desea y para que el mundo pueda llegar a conocer a Cristo, a través del testimonio de nuestras vidas. Esta es la forma de una vida de esperanza y de un gran significado.
Cuando gran parte de nuestra cultura a nuestro rededor habla de lo temporal y de lo momentáneo de las distracciones de la vida, nosotros en cambio, hoy tenemos la plena esperanza en el propósito de la promesa de una vida eterna por venir.
¿Cuál es la razón de tu esperanza?
Imagina a alguien que se acerque a ti y te hace una pregunta.
«¿Qué esperas?» o «¿Qué que esperas hacer?»
No, no se trata de nuestros deseos por posesiones materiales o deseos de vida, es «¿Por qué es que esperas?»
Pedro nos dice hoy que deberíamos estar listos para dar una respuesta a esta pregunta.
La verdad es que se ha dicho que pocos de nosotros pasamos mucho tiempo pensando en el ¿por qué esperamos? Afortunadamente, las escrituras de hoy nos dan respuestas.
Esperamos, porque Cristo sufrió por nosotros, para que pudiéramos llegar a Dios.
Esperamos porque sabemos que, en el Espíritu, Dios nos concede otro Abogar a través de Cristo para permanecer siempre con nosotros.
No importa lo que podamos esperar o hacer, siempre que sepamos primero proclamar la razón de nuestra esperanza: la presencia de Dios en Cristo en nosotros a través del poder del Espíritu Santo.
¿Cómo Rezar la Coronilla o Rosario de la Misericordia?
Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
1. Padrenuestro.. Avemaría.. Gloria…El Credo
2. En cada cuenta del Padrenuestro se reza:
“Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como expiación de nuestros pecados y los del mundo entero”.
3. En cada una de las cuentas del Avemaría se reza:
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
4. Para terminar, dirás tres veces estas palabras:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Oración del Papa por el Coronavirus
“Oh María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación del pueblo romano, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.
No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.
Adoración Nocturna
Adoración nocturna todos los viernes de 9PM a 8AM.
Lugar: Capilla de Guadalupe
Todos son bienvenidos (pueden enviar un texto a Rafael, con las horas que deseen participar 831-210-2364.)
Night Adoration will begin June 14th, every Friday 9PM to 8AM in the Guadalupe chapel, everyone is welcomed, (please send a text to Rafael with times you’ll be participating 831-210-2364).
