Mensajes de la Semana: Noviembre 29 del 2020

Evangelio de Jesús29 de Noviembre del 2020

Pero Tú, Señor, Eres Nuestro Padre

La primera lectura del profeta puede servirnos para describir nuestra actual situación de crisis y pecado. Andamos extraviados de los caminos de Dios:

Somos «duros de corazón hasta dejar de temerte«. Un corazón duro es el que no procura comprender lo que ocurre, que se enfrenta a la realidad desde sus ideas fijas, de su absoluta seguridad de que tiene la verdad y los que no están de acuerdo son enemigos.

Un corazón duro es el que se «enroca», se encierra en sí mismo para que nada ni nadie le hiera. Un corazón duro no se inmuta ante los que se amontonan incontables en un puerto de nuestras Islas, ante los que se hunden en el mar queriendo alcanzar nuestras costas, ante un personal sanitario desbordado por no recibir los apoyos necesarios, ante los que tienen que quedarse en casa solos por miedo o incapacidad física, o ante el abuso y maltrato de mujeres y niños…

Muchos se quejan también hoy de que ya no tenemos temor (= respeto, reverencia a Dios). Tememos a la pobreza, a la falta de trabajo, a que quiebre nuestra empresa, al contagio de este maldito virus, a no recibir a tiempo una vacuna, a la soledad, a la falta de prestigio, a la crisis económica, a la muerte…

Pero ¿quién teme a Dios? Dios se nos ha quedado muy lejos, parece que le da lo mismo lo que estamos pasando por aquí abajo, por muchos rezos y liturgias que se le dirijan.

¿Existirá un Dios? Y si existe, ¿para qué tenerlo en cuenta, si permanece tan callado?

Y si, cuando nos hablan de Dios, nos invitan a la solidaridad, al cambio de estilo de vida, a la austeridad, al respeto por esta maltrecha naturaleza que favorece las plagas…

Nuestra dureza de corazón hace que le ignoremos, que no le temamos en absoluto.

El miedo, la ira y el fracaso se extienden. Para muchos esto no tiene arreglo, no es posible la salvación. O si acaso «sálvese quien pueda».

¿Quién podrá frenar la concentración de recursos económicos y el enriquecimiento de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos?

¿Cómo alcanzaremos la paz si sigue aumentando el comercio de armas?

¿Quién nivelará los enormes desajustes y desigualdades del mundo y en cada país?

¿Quién nos salvará de estos políticos que se empeñan en imponer sus ideologías a toda costa, y ganar adeptos/votantes, mientras la oposición se dedica al ataque, al desgaste, al «frentismo»… en vez de sentarse juntos y buscar soluciones para los problemas reales y urgentes que nos afectan?

«Nuestra justicia está como un paño manchado, como follaje marchito«. Sí, nuestra justicia corrompida y manchada. Todo se politiza, se judicializa. Los altos tribunales dependen en buena medida de los jueces que nombran los políticos y de las filias y fobias que cada cual tenga. O los interminables retrasos en los procesos, o leyes que favorecen sobre todo a los de siempre…

Y las presiones y chantajes, y el enchufismo, y los fondos reservados.. en quienes debieran darnos ejemplo de honradez, de objetividad… En unos países peor que en otros… pero en general muy manchada.

«Nadie invoca tu nombre, ni se esfuerza por aferrarse a ti». Parece comprensible que nos agarremos a otras muchas cosas, para al menos distraernos de tal panorama: a nuestras compras (preblack friday, black, cibermonday, lotería, Navidad, Reyes, rebajas…), nuestras series favoritas, los culebrones de los famosillos, los reality shows y concursos televisivos…

Nos aferramos como podemos a nuestros amigos y familiares… Pero ¿quién se esfuerza por «agarrarse» a Dios y preguntarse por su voluntad? ¿Por intentar colaborar con él, que anda empeñado en contar con nosotros para sacar este mundo hacia delante?

Lo que Isaías propone para su tiempo (tan similar al nuestro) nos pueden servir de mucho:

        • La más pesimista de las situaciones puede convertirse, desde la fe,  en una llamada a la esperanza, a la resistencia y a la conversión/cambio de lo que no nos sirve. La desesperanza, el pesimismo y el desánimo son ausencia de Dios.

Porque consideran que está todo exclusivamente en nuestras manos y no habrá salida.

Pero Isaías nos recuerda que Dios siempre es fiel, y que está presente en toda circunstancia. Nos lo ha dicho también San Pablo: «Dios es fiel y nos sigue llamando a participar en la vida de su Hijo«.

Aunque acechen el pecado, los fallos, los fracasos, el desánimo, la desesperanza, la tristeza… Dios es nuestro Padre.

Por grandes que sean nuestras equivocaciones, por mucho que nos hayamos alejado de Él, Dios no deja de ser lo que es: nuestro PADRE.

No podemos dejar de ser ARCILLA DE DIOS, Y ÉL NUESTRO ALFARERO. Y él nos quiere seguir remodelando.

Nos toca a nosotros, sí, cambiar todo lo que vemos que no ha funcionado (aunque tampoco funcionaba mucho antes, pero ahora se ha hecho todo más evidente). Por eso es posible la esperanza.

La esperanza no consiste en que encontremos una vacuna (que será estupendo, claro), sino en cambiar, mejorar, responder mejor a su voluntad de Padre y en el mundo que él ha soñado para todos.

•  Pero es Preciso Velar

     Porque Dios es «Enmanuel» y está continuamente viniendo a nosotros. Vino ayer, VIENE HOY y vendrá mañana (este es el sentido del Adviento). No estamos abandonados en nuestro mundo gris.

En cualquier momento, llama a nuestra puerta. Pero si estamos dormidos, no lo escucharemos; si salimos huyendo, si andamos en otras cosas (desquiciados, deshumanizados, ideologizados, descontrolados, polarizados…), no podrá encontrarnos. Sólo quien está en vela, puede descubrirle. 

     Pero ¿qué es estar en vela? Isaías nos lo ha aclarado: «Sales al encuentro de los que practican la justicia«. Está en vela quien practica la justicia (Parábola del Juicio Final del pasado domingo).

Y quien no lo hace, está dormido, no se encuentra con el Dios que salva. Dormido, soñará con otros «dioses», esos que consuelan aletargando, ayudándonos a huir de la realidad y de nuestras responsabilidades.

Pero nos ha recordado San Pablo: «habéis sido enriquecidos en todo… de modo que no carecéis de ningún don gratuito…». (Parábola de los Talentos). Así que tenemos mucho que hacer con la ayuda de Dios.

«Dios es nuestro Padre, tu nombre de siempre es Redentor«, es decir, rescatador de esclavos y cautivos, de pozos, de prisiones, de laberintos…. El creyente es aquel que, apoyado en Dios, es capaz de vivir, resistir y salir de las mayores dificultades con esperanza.

Y es Preciso Orar

     También se queda dormido quien se olvida de la oración. Pero no cualquier oración. La oración que Jesús nos enseña se llama «buscar la voluntad de Dios para nuestra vida». Ir dejando que la Palabra de Dios cale, como la lluvia que rasga el cielo y cae sobre la tierra, haciendo fecundo nuestro corazón reseco, nuestra vida estéril, nuestro mundo desesperanzado.

Es la oración que nos ayudará a ver el mundo con los ojos de Dios, para ir poniendo ternura, misericordia, comprensión, alegría, esperanza, solidaridad, justicia, paz allá donde no los haya. 

Es la oración que seguirá dando valentía a tantos cooperantes y comprometidos con los Derechos de los más desfavorecidos de la tierra, hasta el punto de jugarnos incluso la vida; es la oración que hará surgir corazones generosos que quieran poner toda su vida al servicio del Evangelio del Señor; es la oración que nos ayudará a poner una palabra distinta en el mundo frío y competitivo y anónimo del trabajo; una oración que nos impedirá dejarnos arrastrar por la fiebre de comprar y comprar que se nos viene encima. Por cierto que «la Navidad» no necesita que nadie la salve.

Necesitamos «salvarla» los que nos sabemos creyentes y celebramos la continua presencia de Dios en nuestras vidas. Porque Dios sigue rasgando el cielo y bajando a nuestro suelo.

Aunque estemos confinados o en cuarentena, o en la cama. Él viene, viene siempre. Y es la oración que permita a nuestro Alfarero irnos modelando como sólo Él sabe hacerlo, como hizo con la Sierva del Señor y con tantos otros y otras.

     No podemos ser catastrofistas, ni recluimos en nuestras pequeñas cosas, porque nada se puede cambiar. El mundo está sediento de esperanzas, quizás más que nunca. Pero la esperanza no depende de nuestras manos, nuestros deseos, logros o proyectos.

La esperanza auténtica sólo nos viene de quien nos mantendrá firmes hasta el final, de modo que nadie pueda acusarnos en el tribunal de Jesucristo, de que vivimos dormidos, aletargados, descomprometidos de este mundo que Dios tanto ama. Tanto… que rasgó el cielo y bajó… y no dejará de bajar cada día.


por Quique Martínez de la Lama-Noriega. cmf

www.ciudadredonda.org/

Novena a Los Angeles Custodios

Noveno Día de la Novena a los Ángeles Custodios

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien soís, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración para cada día de la novena

A Vos, santo Ángel de mi Guarda, acudo hoy en busca de especial favor. Habiéndote puesto Dios por custodio y protector mío, nadie como Vos conoce la miseria y las necesidades de mi alma y los afectos de mi corazón.

Vos sabéis el deseo que tengo de salvarme, de amar a Dios y de santificarme; más, ¡ay!, también sabéis mi inconstancia y lo mucho que he ofendido a Dios con mis faltas y pecados.

Vos, que sois para mí el guía más seguro, el amigo más fiel, el maestro más sabio, el defensor más poderoso y el corazón más amante y compasivo, alcanzadme de Dios la gracia suprema de amarle y servirle fielmente en esta vida y poseerle eternamente en la gloria.

Y ahora os ofrezco humildemente los pequeños obsequios de esta Novena, para que también me alcancéis las gracias especiales que en ella os pido, si no son contrarias a la gloria de Dios y al bien de mi alma. Así sea.

Noveno día

¡Oh bienaventurado ministro del Altísimo!, alcanzadme de su misericordia infinita que llegue yo a ocupar un día uno de los tronos que dejaron vacíos los ángeles rebeldes.

Os pido que, por intercesión de Maria, me obtengáis de Dios la gracia de una santa muerte, confortada con los Santos Sacramentos, que me abra las puertas de la gloria eterna.

(Se dicen las intenciones de la novena)

Oración a la Santísima Trinidad

Para obtener de Dios las gracias que esperamos, ¡oh buen Ángel de la Guarda!, en unión vuestra y de todos los otros Ángeles del cielo, y por mediación de la Virgen Maria, Madre de Dios y Madre nuestra, saludo ahora a la Trinidad Santísima con el Trisagio angélico, diciendo de todo corazón:

Santo. Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Padre Eterno: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Hijo Unigénito: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Rezar al Espíritu Santo: Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

Ángel de mi Guarda

Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha
encomendado a ti, ilumíname,
dirígeme, guárdame.
Amén.

Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Maria y la Euaristia

Oración del Papa por el Coronavirus

“Oh María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación del pueblo romano, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.

No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.

Adoración Nocturna

Adoración nocturna todos los viernes de 9PM a 8AM.

Lugar: Capilla de Guadalupe

Todos son bienvenidos (pueden enviar un texto a Rafael, con las horas que deseen participar 831-210-2364.)

Night Adoration will begin June 14th, every Friday 9PM to 8AM in the Guadalupe chapel, everyone is welcomed, (please send a text to Rafael with times you’ll be participating 831-210-2364).

Video de la Semana

«Las Huellas» – Destellos Musicales

 

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