Mision de San Juan Bautista

9 de Febrero del 2020
Quinto Domingo del Tiempo Ordinario

Las lecturas de hoy no dejan espacio para la tibieza. Como beneficiarios de la providencia de Dios, no podemos retrasar el servicio a los demás.

Cuando Isaías nos instruye a compartir nuestro pan con los hambrientos, él no menciona requisitos.

Él no añade “si lo piensas puedes” o “después de que todas tus necesidades sean satisfechas”.

Al contrario, el profeta simplemente comunica que lo que Dios espera de nosotros es cuidar por aquellas personas que están en necesidad.

De manera similar, la llamada del Evangelio es incondicional.

Como una ciudad en la cima de una montaña, la vida cristiana no se puede esconder.

Los seguidores de Jesús no tienen la opción de quedarse sentados y desear vagamente que alguien más atienda a los hambrientos, a las personas en situación de calle, a la opresión y la ignorancia.

Dios nos llama a servir. Si ya escuchamos la llamada, debemos responder.

CONTINUA CON LA ORACIÓN

Todos estamos de acuerdo que cuidar a los demás es importante.

Absolutamente nadie quiere ver que un niño pierda peso a causa de la hambruna. Y, aun así, tenemos recelo en ofrecer tiempo, talentos o dinero a obras de caridad.

¿Qué tal si los destinatarios usan incorrectamente el dinero?

¿Qué tal si las donaciones promueven el desamparo y a largo plazo la dependencia?

¿Qué tal si mi propia situación no es muy estable?

¿Cómo puedo ayudar a los demás cuando mi vida diaria es tan difícil y el futuro tan incierto?

Estas son preguntas válidas. Dios quiere que usemos nuestro intelecto cuando discernimos mejor la manera hacer obras de caridad.

Pero la duda no debe guiarnos a la falta de acción. Si no sabemos cómo proceder, debemos dedicar bastante tiempo a la oración.

En oración, consideramos nuestras opciones y preguntamos al Señor cómo ser sal y luz en el mundo. Así como el salmo de hoy nos lo recuerda, Dios nos llama para ser amables y misericordiosos.

Creyendo firmemente que Dios siempre cuidará de nosotros, confiamos con corazones firmes y compartimos con los demás, no de vez en cuando, con culpa o tentativamente, sino ”generosamente”.

Sociedad Guadalupana

Se reúnen el primer y el tercer martes de cada mes a las 7 de la noche, en el cuarto numero uno, en el centro parroquial.

Adoración Nocturna
Cada viernes de cada semana de las 9:00PM a las 8:00AM (Inscríbite y elige una hora de adoración). Informes al 831-210-2364 con Rafael.

Grupo de Oración
Cada viernes en la Capilla de Guadalupe. Exposición del Santísimo cada primer viernes del mes.

Unción de los Enfermos
Cada primer viernes del mes, 7 de la noche, en la capilla de Guadalupe.

Horario de Misas / Mass Schedule

Saturday Vigil: 5:00 P.M.

Sunday, English: 8:30 & 10:00 A.M.

Domingo, Español: 12:00 y 1:30 de la tarde

Wednesday-Friday, English 8:00 A.M., Chapel

Confessions Saturdays: 4:00 P.M., Chapel

Adoración Nocturna

Adoración nocturna todos los viernes de 9PM a 8AM.

Lugar: Capilla de Guadalupe

Todos son bienvenidos (pueden enviar un texto a Rafael, con las horas que deseen participar 831-210-2364.)

Night Adoration will begin June 14th, every Friday 9PM to 8AM in the Guadalupe chapel, everyone is welcomed, (please send a text to Rafael with times you’ll be participating 831-210-2364).

Catecismo

RCIA:

Los que no han recibido los sacramentos de bautismo, primera communión y confirmación, que desean hacerlos, llamen a Elisa al: 831-623-2127.

Los costos son: RCIA No Bautizado- Donación. Confirmación de adultos RCIA- $ 50 por persona. Formación de fe para adolescentes y niños: $ 50 para un niño, $70 para dos niños y $ 100 para 3 o más niños.

Voluntarios

Buscamos voluntarios y docentes para la Misión

Llamen a la oficina parroquial y por favor hablen con Benito. Gracias.

Los Domingos Nos Unimos a Rezar el Rosario

Los domingos, nos unimos a rezar el rosario 30 minutos antes de cada misa en español.

Se reza el rosario de la Divina Misericordia al terminar la misa de 1:30 PM.

Retiros para Febrero 2020

Retiro de Parejas: Dia 15 y 16

Retiro para adolecentes: Dia 29
23-26 de Enero

Para más información y para recibir una aplicación:

Llamen a Elisa 831-623-2127

Exposición Internacional del Vaticano

Presentación y Exhibición GRATIS

Milagros Eucarísticos Feb. 15-16
Exposición sab. 4-8PM y dom. 9:30AM-4PM
Presentación después de misas

Paños Sagrados de la Pasión lunes, Feb. 17
Mortaja de Turín de Jesús, su sudario, túnica
Presentación a las 2PM
Exhibición de Pasión 9:30-4PM

Clases para bautismo

El Segundo martes del mes a las 6pm

11 de febrero

10 de marzo

No clase en abril

12 de mayo

Llamen a Daniela: 831-623-2127 para registrarse

2 de Febrero del 2020
La Fiesta de la Presentación del Señor

Las lecturas de hoy reflexionan en algo que está cerca del corazón de cada persona: el cumplimiento de nuestros deseos más profundos.

Sin excepción, cada uno de nosotros se siente insatisfecho de alguna manera.

Pese a los progresos de la ley, la tecnología y la medicina, cada persona experimenta la frustración del “todavía no” o del “no es suficiente”.

Nuestros corazones siempre quieren más. Dios planta este deseo en nuestros corazones.

Dios sabe cómo sufrimos. Lo que mucho de nosotros fallamos en creer, muy profundamente, es que solo Dios satisface todos nuestros anhelos.

Sabemos, teóricamente, que el Creador del universo provee todo lo que necesitamos, pero podríamos dedicar más tiempo de calidad con Dios para considerar la pregunta:

«Señor, ¿qué es exactamente lo que necesito para ser feliz?”

Quizá podemos dedicar más tiempo en la oración y el servicio, pidiendo al Señor que nos muestre lo que es verdaderamente importante en la vida.

SIEMPRE LISTOS PARA JESÚS

A menudo pensamos “cuando obtenga esto o cuando eso pase, entonces seré feliz”.

Pero el Evangelio nos muestra una manera mejor. En el Evangelio de hoy, los cuatro adultos anhelan profundamente al Mesías y «la consolación de Israel” que él traerá.

La tentación humana podría obsesionarse con la promesa de una paz y prosperidad futura, dejando solo la ansiedad y el resentimiento para un presente sufriente.

Pero María, José, Simeón y Ana dejan la salvación del mundo a Dios; de su parte, ellos se enfocan en Jesús. Cada uno de ellos están ocupados con sus ocupaciones del día en sus trabajos que eligieron hacer.

María y José están preocupados en como proveer a su familia, mientras que Simeón y Ana dedican sus vidas a orar en el Templo.

Encuentran suficiente paz al cumplir sus obligaciones en sus estados de vida, manteniendo una vida de oración viva para estar atentos a las acciones de Dios en el mundo.

En el Evangelio, sus prioridades están literal y espiritualmente en Jesús.

Ellos modelan para nosotros cómo ser feliz y santo; haciendo sus deberes diarios pacíficamente, siempre listos para reconocer a Jesús mientras él se revela a sí mismo.