Mensajes de la Semana: Abr. 14 del 2019

Evangelio de Jesús14 de Abril del 2019
Domingo de Ramos (de la Pasión del Señor)

Jesús ya caminó, sanó enfermos, perdonó pecados, hizo milagros y comió con las personas.

Su mensaje fue simple pero muy profundo; en Cristo, el reino de Dios está cerca. Jesús anunció el amor del Reino de Dios, enseñando todo a quien escuchaba. En el reino de Dios, el más grande es como el más joven, el líder es el servidor.

Aquellos que siguen a Jesús están llamados a lavar los pies, atender a los más abandonados, ser misericordiosos con el pecador y amar a los enemigos.

Aún en la hora de su pasión, Jesús no rechazó su misión de amor. El sanó la oreja de Malco, uno de los que habían ido a arrestarlo, no atacó verbalmente a Pilato o Herodes, consoló a las mujeres que lloraban y perdonó a los que lo crucificaron.

El escuchó el grito del criminal que le hablaba desde la cruz y le prometió un lugar en el Paraíso.

Jesús nos mostró que el camino de Dios es el camino del amor a toda costa, incluso cuando signifique dar más de lo que pensamos es apropiado o posible.

Compartimos la Misión de Cristo

¡No nos equivoquemos!

La misericordia y el perdón de Jesús lo guío a la cruz y nosotros quienes lo seguimos seguramente experimentaremos una prueba y no seremos comprendidos en nuestra decisión de vivir como discípulos.

Seremos llamados para tomar decisiones difíciles acerca de la forma en que vivimos nuestras vidas, servimos a nuestro prójimo, a lo que dedicamos nuestro tiempo y dinero, mostramos paciencia, apoyamos a los pobres y abandonados.

Los amigos pueden darnos la espalda, familiares pueden cuestionar nuestro compromiso con Cristo sobre todas las cosas.

Jesús permaneció centrado en la voluntad de Dios.

Y también nosotros debemos hacerlo. Jesús dio sin considerar lo que costaba, y también lo debemos hacer nosotros.

En Cristo, nosotros también tenemos una misión de amor. Nosotros, también, somos llamados a permanecer enfocados en la voluntad de Dios.

En esto, anunciaremos el reino de Dios y aseguraremos nuestro lugar en el cuándo Cristo regrese en su gloria.

En esta Semana Santa, reflexionemos profundamente en el misterio del amor de Dios por nosotros en Cristo y renovemos nuestro compromiso como discípulos cristianos en el mundo.

Avisos de la SemanaSociedad Guadalupana

Se reúnen el primer y el tercer martes de cada mes a las 7 de la noche, en el cuarto numero uno, en el centro parroquial.

Grupo de Oración
Cada viernes en la Capilla de Guadalupe. Exposición del Santísimo cada primer viernes del mes.

Unción de los Enfermos
Cada primer viernes del mes, 7 de la noche, en la capilla de Guadalupe.

Horario de Misas y SacramentosHorario de Misas / Mass Schedule

Saturday Vigil:     5:00 P.M.

Sunday, English: 8:30 & 10:00 A.M.

Domingo, Español: 12:00 y 1:30 de la tarde

Wednesday-Friday, English 8:00 A.M., Chapel

Confessions Saturdays: 4:00 P.M., Chapel
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Reflexión del Papa

«Hemos escuchado la Pasión del Señor. Nos hará bien preguntarnos ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo ante mi Señor?

¿Quién soy yo, delante de Jesús entrando en Jerusalén en este día de fiesta? ¿Soy capaz de expresar mi alegría, de alabarlo? ¿O tomo las distancias? ¿Quién soy yo, delante de Jesús que sufre?

Hemos oído muchos nombres: tantos nombres», dijo el Pontífice.

«El grupo de líderes religiosos, algunos sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley que había decidido matarlo. Estaban esperando la oportunidad de apresarlo ¿Soy yo como uno de ellos?

Incluso hemos oído otro nombre: Judas. 30 monedas. ¿Yo soy como Judas?

Hemos escuchado otros nombres: los discípulos que no entendían nada, que se quedaron dormidos mientras el Señor sufría». «¿Mi vida está dormida? ¿O soy como los discípulos, que no entendían lo que era traicionar a Jesús?

¿O como aquel otro discípulo que quería resolver todo con la espada: soy yo como ellos? ¿Yo soy como Judas, que finge amar y besa al Maestro para entregarlo, para traicionarlo? ¿Soy yo, un traidor? ¿Soy como aquellos líderes religiosos que tienen prisa en organizar un tribunal y buscan falsos testigos? ¿Soy yo como ellos?».

El Papa también indagó sobre nuestra posible semejanza con Pilatos, con la muchedumbre que pidió liberar a Barrabás, con el Cirineo que ayudó a portar la Cruz.

Junto a tantos ejemplos de falencia, traición, y agresión, está ahí el de la Virgen y las Santas Mujeres, que edifican: «¿Soy yo como aquellas mujeres valientes, y como la mamá de Jesús, que estaba allí, y sufrían en silencio?

¿Soy yo como José, el discípulo escondido, que lleva el cuerpo de Jesús con amor, para darle sepultura?

¿Soy yo como estas dos Marías, que permanecen en la puerta del Sepulcro, llorando, rezando?».

El Papa desea para todos los presentes, que las preguntas expuestas los acompañen en el trascurso de esta Semana Santa.

Explicación de la Misa del Domingo de Ramos

La Misa se inicia con la procesión de las palmas.

Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos:

“Bendito el que viene en el nombre del Señor”.

El sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión.

Luego se comienza la Misa.

Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.

Al terminar la Misa, nos llevamos las palmas benditas a nuestro hogar.

Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz.

Esto nos debe recordar que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar.

Es importante no hacer de esta costumbre una superstición pensando que por tener nuestra palma, no van a entrar ladrones a nuestros hogares y que nos vamos a librar de la mala suerte.

Oración para poner las palmas benditas en el hogar

Bendice Señor nuestro hogar.

Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.

Por tu intercesión danos paz, amor y respeto, para que respetándonos y amándonos los sepamos honrar en nuestra vida familiar.

Sé tú, el Rey en nuestro hogar.

Amén.


Oración para Domingo de Ramos

Tú eres, Oh Cristo, el Rey de Gloria. Entra en mi corazón de la manera que entraste a Jerusalén, manso y humilde. Con palmas de gozo te recibo y te alabo.

Enséñame a ser un verdadero creyente, no de los que te siguen por complacer a la gente, como los judíos que después de recibirte, al cabo de unos días decidieron crucificarte.

En esta Semana Mayor, enséñame a amarte Señor, y vivir con auténtica piedad el sufrimiento de tu humanidad.

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