10 de Abril del 2022
Un Asno Que Estorba
Entra Jesús en la ciudad, sobre un asno:
Rechazando todo triunfalismo,
rechazando imponerse, o aprovecharse de tantos que le apoyan y aclaman
rechazando cualquier tipo de violencia, llega «en son de paz»
rechazando las expectativas de la gente, que aguardan un Mesías Libertador.
Dios no llega como quisiéramos, como nos gustaría que llegara…
No es un político populista, que se aproveche del desencanto de las gentes.
Por eso, este asno que ha elegido Jesús ciertamente nos estorba
ya que nos obliga a renunciar a nuestros sueños de grandeza, de triunfo,
de ser muchos y con influencia para alcanzar nuestros nobles objetivos…
Y en cambio, optar por el trabajo sencillo, humilde y tenaz, entre gente sin poder…
Optar por la Palabra que construye, por la cercanía a los que sufren, por sanar,
por la transformación de los corazones, por integrar a los descartados, … aunque esto sea fatigoso y de lentos resultados;
nos obliga a bajar la guardia, renunciando a nuestras armas y escudos,
para acogerle con paz, con nuestros mantos, con nuestros cantos,
con nuestras gritos de esperanza,
reconociendo que necesitamos la presencia de Dios entre nosotros,
y atentos cuando se presente de manera tan desconcertante,
acogiéndolo y aclamándole con la alegría de los niños.
Pero siempre corremos el peligro de que el espectáculo exterior, las aclamaciones, la procesión, los cantos, las liturgias…. tengan poco que ver con lo que «pasa» por dentro.
Toda aquella gente que ha acudido a la procesión con sus palabras y ramos de olivo, que le recibe, le aclama, le aplaude… ¿dónde está los días siguientes?
¿De qué modo han sintonizado con él, se han identificado con él, se han puestos a su disposición?
Según terminaron con su desfile, se marcharon a casa como si no hubiera pasado nada.
Decían que estaban con el Mesías, que confiaban en él… pero no se han quedado con él.
Por dentro no parece que haya cambiado nada. Como si lo esperaran todo de Dios… pero sin poner nada de su parte.
Por eso, la lectura de la Pasión (según San Lucas) y la Primera Lectura nos ponen sobre aviso.
Este hombre que se despojó de su grandeza, que se presentó (se presenta) como un esclavo, que soporta escupitajos, latigazos, insultos y desprecios, que quedó sin túnica,
HOMBRE DESNUDO,sin títulos, sin multitudes alrededor, nos deja a nosotros al desnudo, con nuestra verdad al aire.
Cuando él realmente se presenta como es —y no es fácil reconocerlo— habrá quienes:
– Como la gente, podremos cruzarnos de brazos y marcharnos a nuestras cosas y cambiar de opinión en un sólo día, del «hijo de David» al «crucíficalo».
– Como los sumos sacerdotes, podremos acusarle de muchas cosas:
+ de descolocar nuestras ideas y expectativas sobre Dios
+ de poner en evidencia hipocresía de nuestra religiosidad y culto
+ de protestar y quejarnos porque no resuelve nuestros problemas:
¿Dónde estás cuando estalla una guerra que no queremos? ¿Dónde estás cuando la enfermedad agarra a los nuestros?
¿Dónde estás cuando no sabemos qué elegir en nuestra vida? ¿Por qué nos haces sentir mal cuando nuestros estilos, planes, y opciones… no están de acuerdo, no se parecen a los tuyos?
– Como Pilatos, tendríamos muchísimas preguntas que hacerle, pero ningún interés por sus respuestas, si pretendemos defender nuestros «tronos», si suponen reconocer que tenemos otros señores a los que servimos, si podríamos « perder » algo… si preferimos lavarnos las manos en vez de mojarnos por defender la justicia y la verdad.
– Como Simón de Cirene, se muestren dispuestos a ayudarle con sus cruces, aunque la iniciativa no haya sido nuestra, y a lo mejor lo hagamos con desgana
– Como Pedro, puede ser puesto a prueba nuestro testimonio público y hacer que se tambaleen nuestra autosuficiencia y chulería.
– Podemos burlarnos de él: ¿Quién necesita un rey como ése? Demuéstranos quién eres, cuál es tu poder, danos buenas razones para ponernos de tu parte frente a los tiranos de siempre.
– Podemos también permanecer orando con él en la noche de la fe (orad para no caer en la tentación), o quedarnos dormidos primero, y salir huyendo después.
– Podemos aceptar su Pan y su Copa, permitir que nos lave los pies… o negarnos, venderle, marcharnos
En fin, ya se irá viendo dónde y cómo se coloca cada uno en la celebración de esta Semana Santa. Porque el Evangelio es Palabra Viva hoy, no es un simple «recuerdo» de lo que ocurrió entonces… sino de lo que hoy sigue ocurriendo entre nosotros. La historia se repite y cada cual elegiremos uno o más «papeles» para asistir a la Pasión del Cristo de HOY.
por Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf
Oracion:
Oración a San José
Del papa León XIII
A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado San José, y después de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro Patrocinio.
Por el afecto que os unió la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que con su que Jesucristo conquistó con su Sangre y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades.
Proteged, oh prudentísimo Custodio de la Sagrada Familia, el linaje escogido de Jesucristo; preservadnos Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción, sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, poderosísimo Protector nuestro, en el combate que al presente libramos contra el poder de las tinieblas.
Y del mismo modo que, en otra ocasión, librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y contra toda adversidad.
Amparad a cada uno de nosotros con vuestro perpetuo patrocinio; a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos y sostenidos por vuestro auxilio, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna del Cielo. Amén.
Oración al Espíritu Santo
Dirigiéndonos al Espíritu Santo decimos:
“Señor, no puedo orar adecuadamente. Soy débil; soy humano; soy frágil.
Me distraigo con facilidad, pensando en mi mismo y en el mundo.
Pero tu Señor, me llevas más allá de eso.
Ayúdame a rezar debidamente.
Ayúdame a centrarme en el Padre, en el Hijo y en Ti Espíritu Santo, para que mi alma pueda recibir la gracia que está ahí para todos los que rezan.
Amén.
Video de la Semana
Entre Tus Manos – Instrumentos de Jesús y María
La Mentira Muerte Doble
Padre Santillán
Adoración Nocturna
Adoración nocturna todos los viernes de 8PM a 8AM.
Lugar: Capilla de Guadalupe
Todos son bienvenidos (pueden enviar un texto a Rafael, con las horas que deseen participar 831-210-2364.)
Night Adoration Is Every Friday 8PM to 8AM in the Guadalupe chapel, everyone is welcomed, (please send a text to Rafael with times you’ll be participating 831-210-2364).
Oración a la Santísima Virgen María
Gracias por ser Santa María.
Gracias por haberte abierto a la gracia,
y a la escucha de la Palabra, desde siempre.
Gracias por haber acogido en tu seno purísimo
a quien es la Vida y el Amor.
Gracias por haber mantenido tu “Hágase”
a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos dignos de ser acogidos
y vividos.
Gracias por tu sencillez, por tu docilidad,
por esa magnífica sobriedad, por tu capacidad de escucha,
por tu reverencia, por tu fidelidad, por tu magnanimidad,
y por todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza
entre sí y que Dios nos permite atisbar en Ti.
Gracias por tu mirada maternal, por tus intercesiones,
tu ternura, tus auxilios y orientaciones.
Gracias por tantas bondades.
En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús
y nuestra.
Amén.
MEDITAMOS EL EVANGELIO CON MARIA VALTORTA
Capítulo 41. La disputa de Jesús con los doctores
Capítulo 42. La muerte de José
PARA MEDITAR
Reza esta jaculatoria después de cada decena del Rosario:
«Quiero Atar a mis Hijos a tu Corazón»