Mensajes de la Semana: Marzo 27 del 2022

Evangelio de Jesús27 de Marzo del 2022

Parábola De Los Tres Cabezotas

El hermano mayor: cabeza y corazón duros

  • Jesús nos dibuja en el hermano mayor a alguien a quien no le preocupan ni le importan para nada los demás. Le da igual que su otro hermano pueda tener problemas, que se sienta solo, que ande perdido, que se haya ido lejos…

No se ha enterado de que tiene un hermano, de lo que significa «ser hermano». No entra en la escena casi hasta el final, y lo hace para quejarse, protestar y reñir a su padre.

No consta que echara de menos, al hermano, que saliera a buscarle, ni siquiera que se asomara a la ventana. No hay ningún deseo de que vuelva. Sólo pretende conservar sus derechos y plantear reivindicaciones.

  • Por otro lado, tampoco se entera de la angustia, preocupación y tristeza de su padre que echa de menos, que ha perdido el sueño, que sufre por el hijo que no está, que se pasa los días enteros a la puerta a ver si lo ve, aunque sea de lejos.

El mayor está físicamente en casa, continuamente al lado de su padre, pero su corazón está lejísimos del suyo. 

No disfruta de la compañía de su padre. Seguramente podamos suponer que ni le pregunta a su padre cómo está, cómo se siente, si puede hacer algo por él. Ni comenta con él lo que más le angustia… Es el hermano «silencioso» e incomunicado.

Para colmo, no se siente libre. Estar en casa para él significa: obedecer, trabajar y cumplir. Y le sienta fatal que otros se tomen tantas libertades, vivan tan «relajados», se salten los cumplimientos y normas.

Él cumple sus obligaciones de manera intachable. Vive pendiente casi solo de sí mismo. Y es como si fuera hijo único. Yo me lo imagino riñendo, acusando y reprochando a su hermano, poniéndole mala cara y presionándole cada día para que cambie y se comporte «como Dios manda». Es decir: como él.

  • No tiene ninguna iniciativa. No se arriesga nada. Estar en casa para él es un deber, y su padre debiera estarle agradecido porque se lo MERECE. ¡Trabajito le cuesta ser bueno! Pero le falta la alegría, la ilusión.

Y hasta se permite reñir/corregir a su padre por ser tan flojo, tan poco exigente, por consentir tanto. En el fondo no sabe lo que es tener un padre, ni tiene la más mínima idea de lo que significa ser hijo y hermano (son tres cosas inseparables entre sí). 

Incluso, me sospecho que tenga parte de la culpa de que su hermano haya terminado marchándose. Es bien desagradable vivir con personas tan estiradas, tan perfectas, tan cumplidoras.

Este hijo mayor anda tan perdido o más que su hermano… aunque esté dentro de casa, aunque aparentemente tan «en regla» con su padre.

Aquí quedan retratados los fariseos que murmuraban de Jesús por comer con pecadores. 

El hermano menor cabeza hueca y cabezota también

  • Parece que al hermano menor le han enseñado o ha entendido que estar en casa, y ser buen hijo… consiste en seguir un montón de normas y deberes que le quitan libertad y no le dejan ser feliz.
  • Él quisiera ser independiente, y tomar sus propias decisiones sin tener que dar explicaciones a nadie, y mucho menos a su hermano mayor.


Y se va lejos:  Lejos de su casa, lejos de su hermano, lejos de su padre… y también lejos de sí mismo.

No hay explicaciones. Tiene derecho a irse y a llevarse «lo suyo», para hacer lo que le parezca. No parece importarle el disgusto que le da a su padre. Y el padre le deja marchar en silencio, sin sermones, sin amenazas ni advertencias.

  • Al principio se dedica a disfrutar de lo que tiene, sin previsiones… y las cosas parecen irle bien. Por eso no se da cuenta de que está vacío, sin metas, sin proyectos, sin sueños.

Mientras «tiene», no le faltan los «amigos», que se aprovechan de su fortuna, le usan. Pero realmente está solo. Y es que… porque no tiene tiempo para pensar, analizar, reflexionar

  • Y cierto día las cosas se ponen mal. No sabemos cuánto tiempo tardó en ocurrir. Pero los problemas y el fracaso le hicieron entrar dentro de sí mismo. Se atrevió a mirar de frente ese corazón aventurero, con ansias de disfrutar, pero tan vacío y solitario…

Pero sigue siendo muy terco para reconocer: «me he equivocado», sino…. No, sólo: «tengo hambre y en mi casa había comida». No se trata del arrepentimiento, es el hambre lo que le anima a volver.

Y lo hace convencido de que, a pesar de todo, su padre al menos le dará trabajo y pan. En eso llevaba razón. Pero se quedó muy corto en sus expectativas.

El caso es se prepara su discursito para ver si, una vez más, se sale con la suya. Cuánto debió costarle el larguísimo camino de vuelta a casa. No aspiraba a recuperar su sitio, porque «no se lo MERECE». Ni tampoco recuperar el cariño de su padre. Se conforma con ser un jornalero más.

Menos mal que hay otro cabezota en esta historia:

El padre con un amor cabezota

  • Este padre es muy distinto de sus dos criaturas. ¿A quién habrán salido? Su comportamiento descoloca a los dos. En esta historia no abre la boca casi hasta el final. Al principio da lo que le exigen. No dice nada. No protesta. No reprocha. No avisa. No riñe. No amenaza. Ni pide explicaciones…
  • Pero antes de darle la palabra, Jesús describe sus «gestos»: ve venir, se enternece, se conmociona, corre y llena de besos. No le interesan las explicaciones. No pregunta a qué vuelve ni por qué. Y corta el discursito que el hijo intentaba soltar. Ni hace caso de lo «poco» que le pide su hijo. En cambio, tira la casa por la ventana, dando brincos de alegría porque tiene al hijo de nuevo en casa. Aún tendrá que hacer esfuerzos para que aprenda lo que es «ser hijo», y descubra de una vez cómo es de verdad el corazón de su padre y cómo se vive en aquella casa. Sin humillaciones, castigos, condiciones ni exigencias. Sólo el deseo y el empeño de que sea y se comporte como hijo.

¿Y cómo anda nuestro corazón?

  • El pecado aquí consiste en estar «lejos»: de sí mismo, del hermano, de su Padre. Y derrochando la vida. 
  • Para orar y saborear: el Padre está empeñado en hacerme sentir hijo querido y ponerme en mi sitio, que tal vez no es el que yo me he buscado, o en el que estoy ahora, o con el que intento conformarme.
  • Unos verbos que nos retan: acoger, conmoverse, recibir, salir corriendo hacia, celebrar el retorno… 

           Esta parábola es una invitación a la fraternidad, a la comunión, al empeño de darle alegrías al Padre trayendo a casa a los hermanos que se fueron. Al menos… ¡que no los espantemos con nuestras actitudes!


por Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf

www.ciudadredonda.org/

Oracion:

Oración a San José

Del papa León XIII

A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado San José, y después de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro Patrocinio.

Por el afecto que os unió la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que con su que Jesucristo conquistó con su Sangre y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades.

Proteged, oh prudentísimo Custodio de la Sagrada Familia, el linaje escogido de Jesucristo; preservadnos Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción, sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, poderosísimo Protector nuestro, en el combate que al presente libramos contra el poder de las tinieblas.

Y del mismo modo que, en otra ocasión, librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y contra toda adversidad.

Amparad a cada uno de nosotros con vuestro perpetuo patrocinio; a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos y sostenidos por vuestro auxilio, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna del Cielo. Amén.


Oración al Espíritu Santo

Dirigiéndonos al Espíritu Santo decimos:

“Señor, no puedo orar adecuadamente. Soy débil; soy humano; soy frágil.

Me distraigo con facilidad, pensando en mi mismo y en el mundo.

Pero tu Señor, me llevas más allá de eso.

Ayúdame a rezar debidamente.

Ayúdame a centrarme en el Padre, en el Hijo y en Ti Espíritu Santo, para que mi alma pueda recibir la gracia que está ahí para todos los que rezan.

Amén.


Video de la Semana

Eucaristía – Kairy Márquez- Instrumentos de Jesús y María

Consagración de los corazones duros a San José

Padre Santillán

   

Adoración Nocturna

Adoración nocturna todos los viernes de 8PM a 8AM.

Lugar: Capilla de Guadalupe

Todos son bienvenidos (pueden enviar un texto a Rafael, con las horas que deseen participar 831-210-2364.)

Night Adoration Is Every Friday 8PM to 8AM in the Guadalupe chapel, everyone is welcomed, (please send a text to Rafael with times you’ll be participating 831-210-2364).

Oración a la Santísima Virgen María

Gracias por ser Santa María.

Gracias por haberte abierto a la gracia,
y a la escucha de la Palabra, desde siempre.
Gracias por haber acogido en tu seno purísimo
a quien es la Vida y el Amor.

Gracias por haber mantenido tu “Hágase”
a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos dignos de ser acogidos
y vividos.

Gracias por tu sencillez, por tu docilidad,
por esa magnífica sobriedad, por tu capacidad de escucha,
por tu reverencia, por tu fidelidad, por tu magnanimidad,
y por todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza
entre sí y que Dios nos permite atisbar en Ti.

Gracias por tu mirada maternal, por tus intercesiones,
tu ternura, tus auxilios y orientaciones.

Gracias por tantas bondades.
En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús
y nuestra.
Amén.

MEDITAMOS EL EVANGELIO CON MARIA VALTORTA

Capítulo 37. Primera lección de trabajo a Jesús

Capítulo 38. María, maestra de Jesús, Judas y Santiago


PARA MEDITAR

Reza esta jaculatoria después de cada decena del Rosario:

«Quiero Atar a mis Hijos a tu Corazón»

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